De paseo por el Rastrillo

Hoy nos hemos dado una vuelta por el Rastrillo sin otro objetivo que disfrutar. Lo cierto es que lo hemos pasado muy bien y, además de encontrar cosas bonitas, hemos descubierto jóvenes portadores del delantal que nos han convencido de lo importante que es realizar nuestras compras allí.

Al pasar por el stand de Navidad, Carmen, Beatriz, María y Ana, nos han enseñado la cantidad de objetos decorativos originales que podemos encontrar para decorar nuestras casas estas fiestas. Guirnaldas, preciosos árboles de todos los colores y simpáticos muñecos han atraído nuestra atención.

Hemos seguido ruta y ¡que sorpresa! en el Baratillo hemos encontrado a María. Ella siempre aprovecha su tiempo libre para colaborar. Estaba muy atareada enseñando unos muñecos, así que la hemos saludado rápidamente y la hemos dejado trabajar. 

En ese mismo momento, dos simpáticas señoritas, Carmen y Paula, nos han parado en mitad del pasillo para ofrecernos coleteros y broches del Pilar del stand de Ropa Blanca. Ambas tienen 14 años y colaboran con el Rastrillo porque saben que es una forma de ayudar a quienes más lo necesitan. Así que, como han sido tan convincentes, les hemos hemos hecho caso y nos hemos llevado unos cuantos.

Y de tanto paseo, nuestros pies se iban resintiendo, así que hemos pensado acercarnos hasta el stand de Zapatos a ver si encontrábamos algo cómodo. La verdad es que ha sido difícil elegir, porque hay una amplia variedad de calzado para todos los gustos y ocasiones.Nosotros hoy, como estábamos algo cansados, hemos optado por unos muy cómodos de fieltro. Nos ha costado un rato, porque los hay de todos los colores!!!!

Y pensando en el frío que se avecina... ¿que tal si buscamos prendas de abrigo? Las hay, y a muy buen precio, en el stand de Ropa Nueva. Allí nos hemos cogido unos chaquetones muy prácticos que nos mantendrán calentitos. Y al pasar por Oportunidades nos ha llamado la atención un montón de abrigos de piel muy bien conservados.

¿Y que es todo ese jaleo? hemos pensado cuando estábamos en el hall listos para salir. Eran risas de niños y niñas que llegaban desde el piso de arriba. Subimos y descubrimos el famoso Pequerastrillo.

Allí estaban los más peques con sus plantas y sus juegos pasándolo en grande, convertidos en hortelanos. ¡Que majos!

Así ha sido nuestro recorrido de sábado. Pero volveremos porque nos ha gustado mucho todo lo que hemos visto y nos ha parecido muy importante poder colaborar con nuestras compras.

Ahora, un refresco con una deliciosa tapa en el bar y ¡hasta mañana!